lunes, diciembre 31, 2007

Ausencia

No me gustan del todo, estas fiestas de fin de año, por muchos motivos, el primordial es, a lo mejor, que en estas épocas, llámese de consumismo, de religiosidad o como sea, es cuando más siento la ausencia de muchos seres queridos quienes o se encuentran lejos o ya se nos adelantaron; y al ser que más extraño es a ese ser que me ha soportado mis berrinches desde antes de nacer... mi querida viejita.... ah! como extraño esa señora tan linda!!!!! y no puedo evitar que se medificulte hablar o escribir pensando en que no estará con nosotros para darnos el abrazo de AÑO NUEVO...

Buscando una canción para poder despedirnos del año, con este último post, me encontré (Gracias al compadre Hugo) con esta canción...



Ok, no lo voy a negar, yo también me alegre un poco con esos movimientos...


HOLA 2008....

jueves, diciembre 27, 2007

Los carboneros sin carbón

En septiembre pasado, se eligieron a 270 personas quienes representarán el nombre de El Salvador en una banda de paz la cual se espera que dislumbrará a todo el mundo este próximo 1 de enero del 2008 en el desfile de las rosas, la mayoría de los jóvenes músicos pertenecen al Instituto Nacional Francisco Menéndez (INFRAMEN) y a otros institutos nacionales del país. Los músicos han estado emocionados desde el día que se les retificó que irían a tal magno evento, han estado ensayando fuertemente todas aquellas canciones folklóricas con las que de seguro harán traer recuerdos de la patria querida a todos aquellos compatriotas que presenciarán el desfile, sobre todo cuando escuchen El Carbonero, nuestro segundo himno.

Pero como todo lo bueno puede salir mal, poder llegar hasta aquel lugar ha sido toda una odisea de esta banda de paz denominada Nuestros Ángeles de El Salvador. Y es que comprar 270 pasajes aéreos no es nada fácil, todas las instituciones asociadas con la banda de paz pasaron recolectando dinero para poder costearle los pasajes a los músicos, cachiporristas, porristas y técnicos que conforman la banda, una Aerolínea les propuso venderle los pasajes con un representativo descuento, pero al momento de hacer la compra, la compañía les hizo un cobro de impuesto el cual representaba el 25% de lo que ya habían acordado, viendo tal situación se vieron obligados a emprender el viaje por vía terrestre en cinco autobuses alquilados por ellos mismos. Hasta ahora las noticias que se tiene de ellos es que han pasado varados en la frontera Guatemala-México, en donde se han encontrado con problemas de sellos en los pasaportes y debido a eso algunos de los que viajan tendrán que regresarse al país.

Es curioso leer el nombre de la banda... "Nuestros Ángeles de El salvador" pues a pesar que irán a representar el nombre de este diminuto país, niguna entidad guvernamental ha ayudado a la causa. Y es que claro, quienes conforman esta banda son jóvenes de suburbios, personas que no tienen apellidos como Siman, Poma, ni nungún familiar de empresarios importantes del país, sino más bien son carboneros que vienen de la cumbre de volcán... Nuevamente me siento indignado con nuestro gobierno quien no se ha preocupado en ayudar ni siquiera con un cinco, pero que no dudo que al momento del desfile se llenará de <> la boca diciendo: "ESOS SON NUESTROS MUCHACHOS"....

Por favor!!! No quería volver a escribir contra el gobierno.. pero..!!!

domingo, diciembre 23, 2007

21 de diciembre....

El día fue simplemente, para no olvidar....

Todo comenzó, con el parcial de sistemas de propulsión, yo como siempre y para no perder la costumbre llegando media hora tarde, y luego de recibir la típica regañada del gran profesor Don Carlos, pude darme cuenta que no había estudiado mucho... Pero ya que más da...

Siguió el almuerzo: camarones en salsa rosada, ahuacate con tortilla y cuajada, carne asada, coctel mixto de mariscos, sopa de gallina y aquel delicioso fresco de sandía, y sobre todo el toque inigualable de incoherencias habladas causada por la alegría que todo habia llegado al final...

Dormir hasta roncar por última vez en aquel piso tan añorante fue lo que siguió en el itinerario de aquel día... Despertar y comenzar a desesperarse por querer hacer el último parcial fue lo que quizas, comenzó a desatar una cadena de actos insurrectos, querer robarse aquella señal, querer matar aquel inocente gato, comprar la metralleta para luego reventarla, querer robarse la cabina del teléfono público, entre otras cosas, creo que era el inicio de un buen final del día...

Terminó el parcial, ya caída la noche el profesor nos tomó la foto del recuerdo y mientras hablabamos y chistabamos de cualquier cosa menos de nada, comenzamos a reventar cohetes, los cohetes de aquella metralleta que habíamos comprado, claro, sentirse ser las únicas alma en pena que rondan la universidad a tal hora del día... como que te hace sacar ese tipo de deseos... de tirar y reventar cohetes en las aulas que te vieron nacer a la vida universitaria... Se llegó la hora de partida, nos despedimos todos, y con los únicos dos vigilantes que nos observaban pendientes de cualquier locura que podriamos hacer, esperamos el momento justo en que estaban distraidos y viendo una de las aulas magnas todos sentimos que era una revelación en la que algún ser extraño, nos pedía que pusieramos ahi la humilde metralleta de un metro... No sé si sentirme mal o sentirme afortunado, pero sentía el llamado de ser quien daria fuego a la mecha del pirotécnico producto... Y así fue.... Corrí mientras se escuchaba por toda la universidad la explosión de aquellos cohetes fabricados en cojute y yo reia como una cabra loca... me subí al carro, todos los demás vehiculos de mis compañeros habían salido ya y al igual que yo seguramente, reían como demonios que orinan sobre tumbas de santos, pero a nosotros, no nos dejaron salir, nos cerraron el portón de la universidad y el vigilante, nos preguntó si eramos quienes habiamos causado tal ruido de explosiones de pólvora y luego de haberle dicho que lo más probable era que habian sido quienes habían salido ya... Nos amenazó diciendonos que quien haya sido la había regado ya y que lo iban a sancionar para el próximo año.... (jajaja)

Y qué mejor manera de terminar el día que tomar la carretera que va hacia fuera de san salvador y llegar a santa ana a seguir disfrutando con amigos que ya hacía un buén tiempo no veía....

Estoy más que seguro que 21 de diciembre sera una fecha memorable por la que probablemente al recordarla me sacará más de alguna risa de aquellas que te hacen sonreir sólo y con cara de maldad.... y de hecho... lo acabo de hacer.

miércoles, diciembre 19, 2007

no veas para atrás----

Lo normal, a lo largo de mi vida de estudiante, ha sido que los guardias o vigilantes de todos los lugares en donde he estudiado, estén ahí para velar por que ninguno de los estudiantes se vaya, ni se escape de clases...
Ayer sucedió algo que creo que ha sido el colmo... Los guardias mismos de la universidad, nos pidieron irnos de las instalaciones, pues ya era hora que ellos mismos se retiraran... Mientras, nosotros seguiamos exponiendo en la clase de Sistemas de aviación....

A veces siento que no somos normales, como nos dice un profesor, nos hemos convertido en un estilo de comunidad de cucarachas de la universidad, y es por eso quizás, que no dejo de sentir nostálgia en pensar que todo está por acabar.... Este próximo viernes, sera el último día en el que estaremos todos juntos en un mismo salón, todos aquellos recuerdos buenos, malos, divertidos y de tensión... se quedaran ahora solo en nuestras memorias y en aquellas cuatro paredes que por mucho tiempo han servido de hogar y aquel suelo tan frío y duro que al acostarnos se sentía acogedor y confortable que a falta de poder dormir en nuestras camas, como cualquiera lo haría en sus casas, él siempre nos acogió en su regazo, así como hoy, por ejemplo.

Ahora, no queda más que ver para adelante.........................


[WT Freak!!! Es el post número 100... Nunca pensé que pasaría siquiera del número 1.. Felicidades a mi]

Saludos. Y gracias por leer nuestros post poco interesantes, pero que nos salen del corazón... o al menos de un riñón.

sábado, diciembre 15, 2007

¿...Y?

Se acabo el año, cómo odio estas fechas.
Y a pesar que, aún no termino el ciclo en la universidad, siento como si mis compromisos para este año han terminado. Una tela de dudas ha cubierto mi mente este fin de año, y es que, ¿Será bueno que mis expectativas no se cumplieron por completo? ¿Es a caso normal, que no esté conforme con mis estudios realizados este año? ¿Será que no soy una mejor persona a cómo lo fuí el año pasado? O es que a caso ¿He perdido el optimismo?.
No sé realmente, si estoy siendo demasiado pesimista, quizás sí ha sido un buen año, pues al menos todavía veo luz del sol y aún siguen naciendo niños, lo cual es bueno, como dice Facundo Cabral, es síntoma de que Dios todavía cree en nosotros. Claro que esos niños que veo nacer no son míos o al menos que yo sepa.
Pero, así como han quedado muchas dudas en este fin de año, así tambien comienzo otro año, a expectativas de lo que pueda suceder, ¿Metas? Creo que se me han acomulado muchas ya, no me propongo metas mejor, ni mucho menos le pido algo a la vida, simplemente es emocionante y desesperante a la vez no saber que pasará; espero graduarme y poder trabajar y quien sabe y a lo mejor, este año estaremos más cerca de cumplir muchos sueños. Mientras, sigo poniendome más guapo, vendo exhaustiva publicidad de un Santa gordo y barbudo a quien me gustaría lo encarcelaran por pedófilo.

Saludos, y gracias por leernos.

¿Quienes son los buenos?

La vida no vale nada, es el tema de un artículo que compartió conmigo mi buen amigo Hugo, el cual me ha puesto en que pensar a cerca de la justicia y de la mal forma para solucionar las cosas...

"....Poco después escuché un suave alboroto en el microbús, pero, maniático ante mi lectura, decidí no levantar la cabeza hasta el siguiente punto, como siempre hacía, para poder retomarla. Lo siguiente que sentí fue algo gélido y duro que me presionaba la nuca y una voz juvenil que me decía: “Hey, gringo, dame todo lo que tengás”.
Momentos después mi celular estaba en la mano del joven. Yo quedé abrazado a mi habitual mochila gris, que ni siquiera tentó. Aun así, no habría encontrado mucho. La señora había puesto a su hijo en el suelo y se buscaba en los bolsillos algo que sacar para contentar a un joven al que no me atreví más que a mirar un instante, pero cuya mirada directa se me quedó grabada para siempre. Mirada de rabia y de tristeza. Insegura, quizás.
El microbús iba por el bulevar Los Próceres mientras el pandemónium aumentaba por momentos. El motorista dejó la ruta usual y evitó hacer paradas. Mientras tanto, los asaltantes iban limpiando y apropiándose de todo aquello que creían que les pertenecía por el hecho de ser ladrones.
Los ladrones estaban agolpados al lado de la puerta como dispuestos a bajar del vehículo. Tras de mí, un chico con gorra roja comenzó a hacer aspavientos, mientras su compañera le decía que se estuviera tranquilo, que ya había pasado. “No soporto a los mañosos”, insistía él, indignado, humillado y con la cara completamente desencajada.
Los raptores finalmente bajaron del vehículo en la 49.ª avenida sur y los hechos se precipitaron. El de gorra roja consiguió acercarse a una ventana y la abrió. Estaba cada vez más nervioso. Su novia miraba a otro lado. Súbitamente se levantó y gritó: “¡Todos al suelo!”. Pistola en mano se dirigió a la ventana que había abierto.
Escuché cinco disparos más por su parte y uno que devolvió uno de los ladrones, quizá con la pistola que minutos antes había acariciado (no sutilmente) la parte trasera de mi cuello. Así fue el breve pero cruel intercambio que se produjo en la 49.º avenida sur.“¡Dele, dele!”, apremiaban los pasajeros con voces tronadoras al motorista, urgidos de huir del lugar del crimen. Me dio tiempo de echar un vistazo atrás, y ahora me arrepiento. Dos cuerpos permanecían en el suelo; supongo que fueron alcanzados por las balas del pasajero. Otra imagen para la galería de la retina.
Algunos de los viajeros mostraban su alegría: “Se lo merecen, así se ahuevan para la próxima”, decía una joven, en un tono elevado.
La 44 llegó a Metrocentro. Ahí la Policía anduvo preguntando a algunos pasajeros sobre lo sucedido. Hablaron con el cobrador sobre los hechos. En las siguientes paradas el cobrador, ojo hinchado y colgado de la puerta, volvía a gritar: “Zacamil, proyectos, a ‘cora’”, como si nada hubiera pasado.Bajé del microbús, caminé los cinco minutos que tengo hasta llegar a casa, me senté y, antes de hablar, rompí a llorar, porque a veces siento que la vida no vale nada..."


Creemos que jugando el papel de ser dioses vamos a solucionar todo, nos envanecemos en la alegría de ver sufrir y morir aquellos quienes pensamos no merecen vivir... Eso no es justicia. Claro, nuestros sistemas judiciales y policiales son de los más corruptos e inhumanos que puedan existir... Pero, no sé... ¿Quienes entonces son los buenos? Si por ambos lados matamos y perjudicamos familias manchándolas de luto.... No entiendo!
Coincido en la última frase del escritor del artículo:
"A veces siento que la vida no vale nada..."